Thursday, September 22, 2005

Esperando el milagro...

-Las Pelotas-

Voces de noche
dicen que ya no importa de donde venís
si traés dinero podras alimentar
junto a la miseria vive el hombre
Sin darse vuelta
lejana intuición porque tenías razón

dentro del palacio los jueces se ríen de vos
finalmente descubrimos descubrimos algo.
Esperando el milagro
de creer que un día llenarás la fuente
cambiarás tu vida

Sobre la cornisa
Sobre la cornisa.

Esperando el milagro suspirando penas
casi sin aliento ni fe
pasarás los días

sobre la cornisa

sin saber por donde
suspirando penas

casi sin aliento,
casi sin aliento

Sobre la cornisa...

Saturday, September 03, 2005

Correspondencia?


FRAGMENTOS...

Hace mucho frío, pienso en "el" pulover que deje olvidado en casa de unos amigos, me doy cuenta de que es el único que tengo y lo extraño, ahora que hace frió y el techo de esta construcción bonaerense se eleva muy alto.


Salir a la calle, caminar unos pocos pasos y estar en Callao, desde la esquina se ve congreso, desde la terraza, su cúpula. Es domingo, domingo 14 de agosto, y decido caminar por Avenida de mayo, sigo mis viejos trayectos, bajar y doblar por Libertad que en realidad en este punto ya es Salta, hace calor y me sobra la chaqueta, Montserrat, el barrio me es ajeno por primera vez, las calles están solas, muy solas me cruzo con alguien, me mira, lo miro, nos olfateamos, nos husmeamos, nos medimos y nos cruzamos; tengo que pararme en Belgrano porque el semáforo está en verde, verde para los autos, rojo para los peatones, cambia y cruzo. Entro al ciber como si no hubiera pasado nada, como si nada hubiera cambiado, el boliviano, Jhonny se llama, me saluda, me siento ingreso mi nombre y contraseña, reviso la casilla de correo y nadie me ha escrito. Una hora veinticinco minutos me quedan del bono que compre hace una semana, un viernes en el que yo y no él, ya sabía que me mudaría. Aún no lo sabe y me sigue fiando, tiene un cuaderno con mi nombre y el resumen de todos los cigarrillos fumados el mes pasado y las pastillitas de menta, compro cigarrillos y me voy, veo la fachada de la residencia y entre otras tantas cosas me pregunto si estarás.

Sigo de largo porque están por ser las cuatro de la tarde y me esperan, sin embargo algo dentro de mi se rompe, meto las manos en los bolsillos y aunque tengo un par de llaves no son las de la casa, una pequeña y una grande, que me sirven en congreso acá no.

Los lugares te legitiman, las personas también, tal vez por eso me devolví de Costa Rica, ni lugares ni personas unos pocos dólares en el bolsillo y un boleto de avión próximo a vencerse, esa noche lo recuerdo muy bien, me agarre un pedo mortal y dormí en el baño pensando que al día siguiente estaría en casa, en Bogota, la mujer, con sus locos y sus perros callejeros.

Se abre 9 de julio aunque realmente camino por Lima, el bar de Felipe, la UADE, Independencia , atravesar los 4 carriles de la avenida más ancha del mundo, una chica camina en frente mío, no puedo evitar mirar sus caderas y pensar que ese cuerpo ya tiene algunos kilómetros, trato de verle los ojos, de saber como mira, memorizo la manera en que se mueve, mientras voy dejando atrás casi un año y medio de vida, comienza a correr viento y mi pelo se mueve de costado, me olvido de ella, su acompañante y sigo caminando. Números, planes, estrategias, mas números, dinero, actores colores, tacitas de colores, una lasaña?, suena el teléfono y es Ivanna para darme unos precios de fletes, enciendo un cigarro y bueno allí estoy en una reunión de producción, tratando de convertir en orden el caos, el resto es tan aburrido para este momento que mejor será no hablar de ello.

Salgo nuevamente el calor incipiente de la tarde se ha convirtió en viento helado, cosas del invierno que esta noche arremete con fuerza como negándose a terminar; el cielo está despejado y busco sin suerte sintonizar una canción en el walkman, camino un par de cuadras después de atravesar nuevamente 9 den julio y avanzar por Lima, doblo por México, luego por Salta hacia el norte y allí estoy, parado frente al 572 ante una fachada celeste y blanco con balcones; Después de mucho tiempo por primera vez toco timbre, abre Hernán, sonríe, me saluda y puedo percibir ese aroma conocido, la imagen tuya en el sillón durmiendo, esa imagen nuevamente, el tiempo se vuelve uno solo, mientras tu duermes y yo te arropo, María está sentada en el escritorio, hablándome de todo cuanto la molesta, viendo en mi un cómplice que desde hace una semana no puede parar de dormir, regalándome todo su cariño construido a punta de vagar incesantemente por los pasillos de ese lugar que fue muchas veces mi casa, mi centro, mi seguridad y que hoy se convirtió mágicamente en otra cosa, qué? realmente no sé, otra cosa, caras conocidas, lugares conocidos, una bici de mas en el primero, la puerta del cuarto que abro indecentemente por inercia y Andrés que ha cambiado un poco, mi compañero que ya tiene otras rutinas y otro compañero, saco mis cosas condensadas en una caja un par de bolsas y vuelvo a planta baja, María que me mira con ternura, Gabriel con sorpresa, Darío con esa buena onda que no me canso de descubrir, Federico que entra y me saluda con un beso, que debo confesar me desestabiliza un poco, Maggi, por Dios que pasó con Maggi, me mira, me saluda y se abre ante mi un abismo terrible que me lleva y me trae de vuelta, busco su mirada nuevamente intentando entender, pero está tan lejos que es mejor dejarlo así, y esperar un par de meses para preguntar, le hablo del cenicero, este que tengo ahora a un lado mío y sube.

Para entonces tu ya has aparecido, tu ya estás, para ese momento ya te habré abrazado un par de veces a ti que eres un punto intermedio entre mi vida de antes y la de ahora, tu y sus ojos chiquititos, no se si por naturaleza o de dormir, A ti que es a quien veo, mientras me pregunto quién serás y si algún día lo voy a saber realmente? pienso en invitarte nuevamente a un café pero lo cambio por un abrazo, un abrazo, con dientes y garras, un abrazo en el que sé esta bien.

Tal vez por eso, porque hace frío, mucho, porque extraño mi pulover negro, porque te abrace, porque seguí e largo preguntándome si estarías, y por esta curiosidad terrible de conocerte, son las 4 de la mañana y te estoy escribiendo contándote todas estas cosas que no se si te interesaran pero que son parte de lo que soy.

No soy de prometer muchas cosas, pero prometo flores y frutas en noviembre 19 o 29, cuando estés recuperándote de la operación, así como espero ese mate que no sé bien si prometiste.

Me sigue pareciendo buena idea

Un café cualquiera,

en una esquina cualquiera

de esta ciudad hermosa,

Santa María del buen Aire, La Amante,

que no se cansa de sorprenderme.

Ya es 15 de agosto y me voy a dormir.

Un beso

Alejandro.